Pisar un estadio ACB. Tener la oportunidad de demostrar tu potencial y que todos los focos de los ojeadores se centren en ti. Y hacerlo con la camiseta con la que tu club intentará conseguir el mismo objetivo que tu: proclamarse campeón de la Copa del Rey. Y todo esto con tan sólo 13 años. Un lujo al alcance de pocos. Pero éste es precisamente el encanto de la Mini Copa. Ver a niños jugar como no tan niños, soñando como mayores.

Bendito momento el que se decidió crear esta competición a imagen y semejanza de la de los mayores. Un acierto sin duda alguna. Éste año se celebró en Gran Canaria. Tres días en los que pudimos gozar de estos chavales. De su juego. De sus habilidades. De su desparpajo. Y del trabajo que se realiza en formación des de cada club.

Diferentes filosofías de juego y metodologías de trabajo. Apuestas por diferentes modelos para potenciar al máximo sus canteras. Cada equipo con su manera particular de trabajar y formar a los jóvenes, expuestas todas ellas en un formato de competición. Pero sin olvidar lo más importante de todo: la enorme ilusión de los jóvenes por jugar! Y es que el mayor premio de todos es, sin duda, poder disputar este torneo. Pero los jóvenes de hoy en día son inconformistas y están hambrientos. Tienen claro su objetivo más allá de la mera participación: quieren proclamarse campeones. Una sensación que debe ser, sin duda, increíble. Coronarse como MVP, es ya sólo para elegidos.

Qué recuerdos ese año 2004, cuando se inauguró la competición de la Mini Copa. El jugador más precoz de toda la historia del baloncesto español, campeón y MVP de esa edición con el Joventut de Badalona. Des ya hace unos años en la NBA y ahora con un look totalmente alejado de ese niño que deslumbró a todos. Hablamos, por supuesto, de Ricky Rubio. O hace apenas cinco años, en el 2013, ese chaval de por entonces 1’86cm y con dorsal número 18 a la espalda. MVP de la final, además de máximo anotador, reboteador, asistente y recuperador de todo el torneo. Casi anda. La ya consagrada promesa del Real Madrid y del mundo del baloncesto, magia pura: Luka Doncic.

Estos son solo dos ejemplos. Y si, vaya ejemplos! Seguramente los más sonados y destacados. Pero des de esa primera edición en 2004, ya son 58 los jugadores que han debutado en la ACB tras haber disputado la Mini Copa. Y los que quedan! Estuvimos mas que atentos a esta reciente edición en Gran Canaria. Y estos pequeños chavales nos dieron más que motivos para creer que esta lista seguirá aumentando. El ‘pequeño’ gigante senegalés de 2’04 Eli John NDiaye, el desparpajo y habilidad del base tinerfeño Pablo Plasencia o el MVP del torneo Juan Núñez, por poner algunos ejemplos. Pero hubo más. Muchísimo más.

En total doce jugadores de ocho equipos. Dos de ellos clasificados de forma directa: el anterior campeón y el mejor club de la ciudad anfitriona. Y los otros seis tras una fase de clasificación. Así pues, los euipos participantes fueron el Real Madrid, Gran Canaria, Fundación 5+11 Baskonia, FC Barcelona Lassa, Gipuzkoa Basket, Divina Seguros Joventut, Unicaja e Iberostar Canarias.

El desenlace fue el mismo que en los últimos cinco años: el Real Madrid campeón. Y ésta increible racha no es para nada casualidad. En la capital se está realizando un trabajo de base que asombra en los últimos años, donde parece que no paran de nacer futuras estrellas. En esta ocasión, no lo puso nada fácil el Iberostar Canarias, donde los jugadores entrenados por Francisco José Villar llegaron a ponerse por delante en el marcador a falta de tan sólo cinco minutos para el final.

El torneo en sí fue una delicia, no solo la final. Pudimos disfrutar de los partidos, observando los enormes detalles de cualidad y técnica individual que dejaron los chicos sobre el parquet y disfrutar de muchas sonrisas de ‘jugones’. Y aunque también hubo alguna que otra lagrima, seguro que con el tiempo devendrá un bonito recuerdo.

Real Madrid, campeón minicopa 2018

La Minicopa femenina: Femení Sant Adriá como vencedor de su segunda edición

Lamentablemente, como en la mayoría de los deportes, en el baloncesto la competición femenina también va un paso por detrás a la masculina. No por nivel. Ni por calidad. Y mucho menos por trabajo o esfuerzo. Sino por difusión y repercusión mediática. ¡Maldito interés! Pero no es momento de entrar en debates (o sí). Al menos no lo haremos ahora. El hecho es que el pasado mes de enero se celebró la Mini Copa de la Liga Día. En la que es tan sólo su segunda edición.

Todo empezó el año pasado en Girona. El Uni Girona, club catalán por aquel entonces sede de la Copa de la Reina, decidió presentar una atractiva propuesta a la FEB para la celebración de la Mini copa. El formato que pretendía inicialmente ser de seis equipos finalmente acabó cerrándose con doce conjuntos participantes. Una más que excelente notícia, y más tras el enorme éxito que tuvo la iniciativa. Las jóvenes jugadoras del Mann Filters (también conocido como Stadium Casablanca) fueron las campeonas de la edición. Aunque las verdaderas vencedoras fueron todas las canteras del baloncesto femenino.

Se necesitaba hacer un proyecto, creer en él y apostar. Y por ‘suerte’ se hizo. Y las ganadoras, sin ninguna duda fueron todas ellas. Esas pequeñas jugonas que tuvieron por fin la oportunidad de participar en un torneo de estas características. Y un lujo para los clubs, pudiendo exponer el excelente trabajo realizado en los últimos años y que tantas alegrías nos están dando (vease el oro en el Eurobasket de 2013, el subcampeonato del mundo en 2014 o la plata en los Juegos Olímpicos de 2016, entre otros).

Las jugadores infantiles que fueron a Zaragoza entre el 19 y el 21 de enero fueron con una ilusión enorme -la misma que la de cualquiera de los chicos que fue el pasado fin de semana a Gran Canaria-. O incluso mayor, puesto que todavía están siendo unas pioneras. Y esto se lo deben a sus clubs, por su lucha incansable y por su trabajo muchas veces a la sombra.

En total trece equipos participaron en la segunda edición de la Mini Copa femenina. Tres días de máxima emoción y baloncesto del bueno. Partidos, jugadas y estilos que reafirman a los amantes de este deporte, y convencen y dan motivos a los menos habituales, que el crecimiento exponencial que está teniendo el baloncesto femenino español en los últimos años es sólo el principio de un largo recorrido.

En esta competición, con un formato un poco diferente, clasificarse para la Copa de la Liga Día tiene una doble alegría: para el primer equipo, por supuesto, pero también para su cantera. Y éste ha sido el caso de Snatts Femení Sant Adrià. Clasificado con el último billete para Zaragoza y, consiguientemente, metiendo a su equipo infantil en la competición. Y menuda suerte que fueran, puesto que se proclamaron campeonas de la Mini Copa femenina. Enfrente, en el Eduardo Lastrada (pabellón que lleva el nombre del ex presidente del Stadium Casablanca), las jugadores del Movistar Estudiantes. Una final muy bonita entre dos clubes de cantera, ambos recién ascendidos a Liga Femenina 1 y que demostraron tener mucho futuro por delante.

BIU presente en la Minicopa

Los chicos y chicas demuestran sus habilidades y su magia en el pabellón. Hacen jugadas en equipo que nos dejan a todos con la boca entreabierta. Hay parte de talento innato, pero la mayoría se debe al trabajo. Horas y horas de entrenamiento y trabajo planificado meticulosamente llevado a cabo por muchos entrenadores. Nos hizo especial ilusión conocer la noticia que Oscar de Paula, colaborador en nuestro primer Campus BIU, fuera designado como mejor entrenador de la Minicopa Endesa, elegido en votación por el resto de los entrenadores tras el gran papel realizado con el Divina Seguros Joventut.

Oscar de Paula entrenador